Muchas veces nos
preocupamos por la imagen corporativa de nuestros negocios, pero dejamos de
lado los pequeños detalles… consideramos que es muy importante cuidar todo eso
que hace que nuestros clientes entren por nuestra puerta, ya que esto es lo más conocido del marketing, pero no nos
preocupamos tanto por hacer que el tiempo de estancia sea elevado porque le
interesa y no porque les resulta difícil encontrar lo que buscan.
A continuación os voy a
poner una serie de ejemplos que harán entender a lo que me refiero:
Tienes un bar, y te
preocupas por que las neveras estén llenas, que el volumen de la música sea el
adecuado, que no haga frío dentro, o que tus camareros tengan siempre una
sonrisa en la cara. Todo esto está muy bien pero… ¿te preocupas por la forma de
los vasos o por el olor de tu negocio? Algo tan sencillo como elegir un vaso
puede hacer que tus clientes disfruten más la bebida que están consumiendo, y si
a eso le sumas que el local tenga un aroma especial, puedes conseguir que tus
clientes en vez de beberse una copa de vino se beban dos.
¿Cómo sería la copa de vino perfecta?
¿Y si tienes una tienda de
ropa? Cuida la temperatura de la zona de probadores, asegúrate de que estén
siempre limpios y elige la música. Es algo que los clientes valoramos mucho y
no se suele cuidar mucho en las tiendas.
En el caso de un supermercado
o tienda de alimentación, pon muestras de aquellos productos que se vendan
menos. La gente lo agradece y si lo prueba… seguro que compra!!!
Todo esto se puede aplicar
a cualquier negocio… busca qué deberías cuidar más para que tus clientes, sin
darse cuenta, decidan volver.
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